Frontera, 2019
Esta obra se construye sobre la experiencia del recorrido por espacios limítrofes entre la Argentina y Chile en la región patagónica, más específicamente en la zona del lago Nahuel Huapi. Durante esos recorridos, me llamó la atención lo indeterminado y lo continuo de los espacios. Por eso, me pareció más interesante no representar el límite como un trazo fuerte que en definitiva genera una separación, sino tratar de aprehender algo mucho más lábil, más móvil y más mutable: las nubes, con sus formas informes, que iban atravesando libremente el cielo y acompañaban desde lo alto. Veía en ellas entidades que en cierto sentido muestran una idea de arte entre lo abstracto y lo figurativo, como si ellas imaginariamente estuvieran en el lugar del origen de las formas. Identificar formas en las nubes, como hacemos en la infancia o en los momentos de tranquilidad, es, tal vez, un modo primario de la pintura.