Límites sin fronteras, Torrejón y Dabbah 5 Años, Victoria Noorthoorn, 2005
Por su parte, la propuesta de Mariana López subraya la fragmentación en tanto estrategia anti jerárquica en la pintura. En sus obras, se produce tanto un choque entre sus partes como un borramiento del sentido en los sectores clave de las composiciones. López cita imágenes de filmes y revistas del pasado, que luego incorpora a su pintura presentándolos fuera de contexto. Ataca aspectos de los micromundos que elije representar, y los torna ambiguos, pero sobre todo inquietantes. Moldea cada fragmento recurriendo a las posibilidades del oleo, y lo desfigura de modo tal de posibilitar una instancia de misterio o un momento dramático. Luego, articula los fragmentos contrariamente a la estrategia del collage, donde elementos disimiles en sumatoria dan lugar a una nueva realidad o significado. Aquí, la división entre las partes se acentúa. Quizás la fragmentación misma, y la imposibilidad de acceder a una narrativa abarcable, da cuenta de una negación del sentido en lugar de su posibilidad, haciendo imposible la aparición de una ideología o discurso.